Al día siguiente Héctor, me despertó y me pidió que me preparara y bajara a despedirlo. Sin ganas de discutir bajé y me encontré a Héctor, con su hija pequeña en brazos mientras Gael, Leticia, Noemi y el señor Armando, solo observaban, imagino que también están ahí para despedirse de Héctor. La mirada de Gael se cruza con la mía y de repente siento que mi corazón salta, pero a decir verdad, no sé porqué. Aparto rápidamente mi mirada de él y termino de bajar las escaleras. —Mi amor, por fin bajaste —dijo Héctor con una sonrisa mientras yo lo miro seriamente y luego miro a los demás. —Buenos días —pronuncié educadamente. —Buenos días querida —respondió Noemi. —Buenos días para ti también muchacha —dijo el señor Armando. —¡Scarlett! —exclamó Megan con una sonrisa, y rápidamente se baj