Gael y yo dejamos de besarnos y nos separamos rápidamente mientras que la voz de Héctor y Leticia se escuchaba cada vez más cerca. —Solo actúa natural —me dijo Gael, luego llenó un vaso con agua y empezó a tomarlo al mismo tiempo que yo fingía buscar algo dentro del refrigerador; en ese momento Héctor y Leticia entraron a la cocina. —¡Mi amor, me alegro tanto de verte! ¡Te extrañé demasiado! —exclamó con una gran sonrisa, se acercó a mi, me tomó de la cintura y en cuanto sus labios rozaron un poco los míos, aparté mi rostro. —Aquí no —le dije en voz baja. —Son mis hijos mayores, ellos entenderán, ¿Verdad hijos? —les preguntó mirándolos con una sonrisa. Bajo un poco mi cabeza y de reojo veo a Gael; hay un gran enojo en sus ojos... —Mejor iré a dormir —dije queriendo salir corriendo d