Stephen vio como los créditos del final de la película aparecieron en la pantalla y un bostezo se apoderó de su cuerpo. Se estiró y giró su cara, encontrándose con una escena que le pareció más dulce que la película navideña escogida por sus hijos. Gia se había quedado dormida y sobre sus piernas tenía la cabeza de Annie, mientras que, Tommy estaba dormido en el centro del sofá, acurrucado, como si tuviera un poco de frío, por lo que, se levantó rápidamente, pero asegurándose de no hacer ruido y con cuidado tomó a su hijo en brazos. Tommy no se despertó, había caído en la trampa de Morfeo y parecía que nada podía despertarlo, así que, Stephen subió con cuidado las escaleras, su hijo pesaba, pero no de una forma imposible de cargar. Dudó en dónde dejarlo, pero decidió llevarlo a su habita