—Pues no me importa, eres tan mujeriego que no creo que cambies, seguramente nos hacemos novios y ya mañana estás follando con otra solo porque no pude complacerte un día —me discute muy enojada.
—¿Dejar de complacerme por un día? Ni que se tratara de sexo, yo a mis novias las he tratado mejor y he sido fiel. —Ella se voltea y me ignora—. Espera, ¿acaso hiciste esto por la broma que te jugaron mis amigos? Te dije que yo no tenía nada que ver Dahiana.
—Alguien debe pagar las consecuencias, ¿no crees? —Me mira con maldad.
—¿De verdad es por la broma o por qué así te gusta jugar con los hombres? —No quería creer en ninguna de las dos.
—Preguntándolo así. —Se hace la pensativa—. Pues por todo, si quieres ve al psicólogo para que te ayude y acostumbré a tu cerebro que no se puede obtener to
