Necesitaba despejarse, así que siguió su sugerencia, y se fue a casa. Trabajar desde su sofá y posteriormente tomar una siesta, la ayudó con su dolor de cabeza.
Relajada, se debatió si ir o no a hablar con Collin, necesitaba cerrar el tema, no estaba entre sus planes odiar a su jefe, no podía, era adulta, los adultos hablan, solucionan sus "temas".
Trabajar en tensión es agotador, y sentirse ignorada no ayuda. La sola desilusión de creer que Collin sería diferente, que no sería un estereotipo, la hundía en su error, pero ya estaba decidida a solucionarlo.
Tomó una ducha, para despejar sus ideas, ya iba planeando en su cabeza lo que diría. Para cuando se dio cuenta ya eran las 10 de la noche, ¿cuánto había dormido? No suele dormir mucho, ni siquiera en un buen día. Molesta por tener que
