Enloquecido, la tomó por los hombros, hizo que le diera la espalda y enredando uno de sus puños en su larga cabellera, la azotó contra la pared, dirigiendo su mano hasta la parte trasera de su cuello, comenzó a presionar cada vez con más fuerza su mejilla contra la pared, aferrando sus largos dedos a los costados de su cuello, provocándole arcadas. Es mía. Pensó Dorian, mientras con la mano libre le subía el vestido, para poder cobrar su venganza de una vez por toda. -Dorian, Dorian, por favor…, no te he hecho nada… Lloriqueó desesperada por que la tocara. -¡Cierra la boca zorra! Suelta volviendo a golpear su cabeza contra la pared rompiéndole la ceja, haciendo que sangrara más de lo debido. Desesperados por los gritos en el interior de la habitación, Collin y Constantine, consiguen t