La sorpresa que se llevó Caroline, pudo leerse en su expresión, encontrar a Lidia sentada en el inodoro con los ojos rojos por las lágrimas, la hicieron de cierto modo, sentirse culpable, había escuchado el modo en que Collin la estaba tratando, y había decidido no intervenir, sabía que era responsable, pero esta criatura que intentaba contener el llanto, ablandó su corazón. Lidia era muy joven, solo tenía 23 años y era madre soltera. Entendía que este trabajo era lo que necesitaba para sacar adelante a su hijo, ella misma se había encargado de hacer las entrevistas para el vacante de secretaria, ella misma la había instruido. Inclinándose para poder verla a los ojos, le habló con amabilidad. -Quiero que te limpies la carita, me hagas una lista de las tareas que te pidió el señor Dermot