En el apartamento, Caia, esperaba impaciente a que regresaran, así que cuando cruzaron la puerta, fue un alivio, ver que Caroline, se encontraba bien. -Lo lamento, apenas escuchó que dije tu nombre me quitó el celular de las manos. -No es…, tu culpa. -Caroline, tienes que descansar. Intervino Collin, preocupado por su salud. -Bien, pero no me toques. Le advirtió, fulminándolo con su agotada mirada. Resignado a que tenía motivos más que suficientes para estar enfadada, simplemente la siguió en silencio hasta la habitación, en donde como pudo, se quitó los zapatos, y se metió en la cama, dándole la espalda a Collin. Transcurrida casi media hora solo observándola, Collin, finalmente decidió meterse a la cama, no muy cerca, para no hacerle daño, pero lo suficiente como para acariciar s