Un frío gélido se apoderó del ambiente en la habitación, Collin, había soltado eso que tanto le rondaba en la cabeza, lo había dejado salir sin ninguna sutileza. Las lagrimas de Caroline, se evaporaron, dejando paso al pánico y la confusión. -Casémonos. Volvió a decir, Collin, luego de varios minutos de silencio. -No ¿Cómo esperas que acepte, si no podemos ni siquiera con una semana siendo novios? -No estábamos siendo honestos. -Claro que no ¿Cómo esperas pasar toda una vida juntos, si no podemos confiar el uno en el otro? -Eso va a cambiar. -¿Cómo lo sabes, Collin? -Ya lo intentamos a tu manera, es hora de hacerlo a la mía ¿No te parece justo? -¿Hablas de…? -Sí, vivir juntos, al menos dame eso -… voy a hacer todo lo que me pidas, porque si hay alguien que merezca toda la pena,