-Cari, eso fue para ti -ríe Caia, ante la seriedad de su reciente amiga. -Señoritas, las invito a tomar asiento, mientras selecciono algunos vestidos ¿con todo incluido? -Detalles, muchos detalles, Simón. -Esto es divertido ¿una copa? ¿Té, café, agua? -Agua para mi, gracias –se apresuró a pedir, Caroline. -No, dos copas de blanco, no la escuches -con un guiño, Simón se dirigió a la trastienda, mientras ambas tomaban asiento. -¿Que es todo esto? –preguntó algo molesta, Caroline, ahora que estaban a solas. -Estamos comprando los vestidos –evitó deliberadamente su pregunta. -No, tú lo estás haciendo. -Es un pequeño regalo –se encogió de hombros restándole importancia. -De pequeño no tiene nada -protesta indignada. -Cari, no le des tantas vueltas, solo es ropa. -Muy costosa –volvió