-Sí, pero ya es hora que te des una ducha y despiertes, porque el sábado acabó, es necesario volver a la normalidad.
Sin esperar respuesta, Caroline se dirigió a la habitación de Collin, tomó su vestido, pero entonces un grito de pánico salió de su garganta.
-¿Qué sucede? –preguntó Collin entrando en la habitación.
-Lo has hecho a propósito, lo sé –lo acusó Caroline.
Acababa de levantar el vestido del suelo, y sobre él había una tremenda mancha, un condón sin anudar había caído encima y ahora no podía usarlo.
-Cari, yo… rayos, lo lamento –se disculpó, realmente no lo había hecho intencionalmente.
-Creo que voy a necesitar que me prestes un par de pantalones. Necesito un taxi ¿los dejan llegar hasta el estacionamiento privado?
-Creo que si… escucha, tenemos una charla pendiente
-¿Qu
