-Buenas noches, tortolitos.
Los saludó Caia, desde el sofá, donde tomaba una copa de vino mientras miraba la televisión.
-¿Qué haces aquí?
Ladró Collin, a su hermana.
-Tranquilo…, papá invitó a unos socios para la cena, y me vine para acá… ¿Va todo bien?
Preguntó con cautela al ver a Caroline, tan tensa, y a su hermano tan iracundo.
-¡¡No!!
Respondieron Caroline y Collin, al unísono.
-Vaya…
Susurró Caia, impresionada, nunca antes los había visto así de molestos.
-Caroline, quiero ver tu brazo, AHORA.
Resignada a que si no hacía lo que le estaba pidiendo, en su actual estado de furia, sería capaz de quitarle la chaqueta y blusa, en frente de su hermana…, así que sin más, se dirigió a la habitación por el largo pasillo. Ignorando los gritos que le exigían que regresara a la sala,
