- Gracias por ayudarme, a ambos, han sido bondadosos conmigo y se lo agradeceré la vida entera.- dije sinceramente acallando mi llanto. - Debes descansar Miranda, este es tu nuevo cuarto le puse colores lilas pues no sé qué colores le gusten a una mujer. Y menos a una que no se acuerda de nada - me dijo Marcos dirigiendose a la puerta con el doctor, este me dio una despedida con la mano y se fue. Pero por más que lo intenté no pude dormir, mi cabeza daba vueltas tratando de recordar, mi mente se centraba en mi esposo, ¿Cómo era? ¿Cómo nos conocimos? ¿Cuál era su nombre? Surgían en mi miles de incógnitas, pero me ardía la cabeza de tanto pensar. Me puse de pie, y salí en búsqueda de un vaso de agua, y vi una escena algo asquerosa y pertubardora, había en medio de la oscuridad un hombre ro