—Y-yo...—se detuvo un instante, sus hermosos ojos claros finalmente me escudriñaron, cosa que no pudo hacer en el auto a causa de una llamada. Me quede inmóvil, incómoda y avergonzada—no tengo palabras para expresar cuan enfadado estoy por lo que sucedió, por favor perdóname.
Negué con la cabeza y desvié la mirada hacia un punto lejos de sus ojos, mire hacia el parque donde su chofer se había detenido por orden suya, hacia donde varios niños subían y bajaban en los juegos del parque mientras sus padres los observaban desde las bancas.
—No tienes la culpa de lo que paso—dije apenada, pero ni siquiera yo creí en lo que dije por qué la realidad era que él si tenía algo de culpa en todo eso. Él debió haber tenido en cuenta que yo no era como él, yo no pertenecía a su mundo y después de ese t
