No había mejor manera de reflexionar lo que había hecho que, consultarlo con la almohada. Grite avergonzada por todo, por no ir bien vestida, por dejarme seducir y permitir que me tocara, aunque también estaba arrepentida de no decirle que continuara cuando el orgasmo que me había hecho sentir había sido increíble. Me gire sobre mi cama y suspire, aquel suspiro fue largo y lamentable. Acaba de despertar y lo primero que se me había venido a la mente había sido esa escena erótica, su rostro sobre el reflejo del cristal, el placer y estremecimiento que mi cuerpo sintió en ese instante. ¡Cómo lo deseaba! No podía evitarlo, quizás había sido la experiencia más salvaje de mi vida s****l activa, puede que para muchas personas eso es nada, pero para alguien que solo ha tenido dos novios y el tí