—¿No te dije que te fueras de aquí?—refuto el guardia mostrándose aún más enfadado conmigo. Mire por encima de su hombro. ¿Cuánto tardaría Julio en venir por mí? —Estoy esperando a un amigo— traté de explicarle e instintivamente di un paso hacia atrás, me sentí insignificante ante su tamaño y por supuesto, ante su desagradable e innecesario comportamiento. —Si, claro—se burló, volvió a tomarme del hombro, sin embargo, esta vez no se lo permití, me hice un lado evitando que volviera a tocarme—no vuelva a tocarme, le dije que estoy esperando a un amigo. —¿Crees que voy a caer en esa mentira?—insistió—Vete o tendré que arrastrarte fuera de aquí. —Ni siquiera estoy adentro— miré hacia el suelo, había una línea marcada por los azulejos que habían utilizado para decorar la entrada principal