Después de comer unos sandwiches y refresco en el comedor, Sebastián les dijo a los chicos si querían ir a jugar soccer afuera, ellos aceptaron y se levantaron a cambiarse y tomar sus cosas que habían dejado en su dormitorio, quería ir con ellos, pero fue Omar quien me lo impidió.
–Yo me encargaré de los chicos.
Él se fue tras ellos y yo volví a mi asiento, en el momento que desapareció por el pasillo, Eileen habló.
–No sé por qué tienes a ese chico cuidando de los ni.ñs –suspiró llevando una mano a su pecho –. Necesitan la atención y el cuidado de una mujer, nunca me ha dado confianza que sea un hombre y mucho menos ese chico.
–Omar hace bien su trabajo –contestó Sebastián –. No tengo motivos para despedirlo.
–Pues para empezar no es una mujer.
–Ahora los chicos están con nosot
