Después de comer salieron nuevamente, está vez fueron a otro sitio.
—Pensé que iríamos nuevamente a bajar manzanas.
—No, cuando un dragón llega a un sitio, lo mejor es no regresar por ese día, además tenemos multiples salidas, ahorita iremos pescar
—Para ser un mundo donde los humanos viven bajo tierra, hay variedad de animales aquí arriba.
—Muchos animales han sobrevivido porque pasan escondiéndose, los peces se reproducen rápido y es lo más fácil de atrapar, además como creen que han sobrevivido los dragones, ya nosotros los humanos somos pocos.
—Bueno, eso sí.
Llegaron a un río y se veían pasar los peces.
—Muy bien, comunmente cuando venimos a pescar usamos redes, pero en este caso lo que necesito es que mejores tu puntería, tienes que tomar en cuenta algo, el río será tu enemigo en este momento, cuando la lanza entra al agua pierde fuerza, si no lleva la fuerza suficiente, está no tocará al pez.
—Si me costaba pegarle a una manzana que estaba quieta, será más difícil a algo en movimiento.
—Pues por eso debes de practicar bastante, al conocer una fortaleza, lo mejor es explotarla, así tendrás como defenderte.
Steven comenzó a lanzar, pero ninguna lograba tocar a los peces, se estaba comenzando a desesperar.
— ¿Que crees te impide a no pegarle a algún pez?
—Siento que la corriente del río no me ayuda, además que nunca había lanzado algo en movimiento.
En eso el Sr. Roberts tomo una lanza y se la tiró a un pez, este le dió a la primera.
—A veces no se trata de lo que suceda con tu presa, sino lo que pasa en ti, lo que yo puedo ver es desesperación de tu parte, eso te impide darle a un simple pez, antes de tirar la lanza nuevamente, quiero que despejes tu mente y luego analices a tu presa, el camino que pueda llevar, por último lanzas.
Steven Cerro los ojos y comenzó a relajarse, luego se puso de frente al río y puso su mirada en un pez, apunto y tiró.
—Muy bien, le has dado a uno, pero con uno no es suficiente.
—Pero es un gran avance para mí.
Steven volvió a repetir lo de visualizar a su víctima y le dió a otro pez, siguió haciendo lo mismo hasta que pescó lo suficiente.
—Es suficiente por hoy, recuerda solo llevaremos lo que consumimos.
—Pero ¿como saber que hay si hay suficiente comida? No sabemos lo que han llevado los demás.
—Robinson y Matthew por lo general siempre llevan algo, pocas veces regresan con las manos vacías, lo hacen más por honor, ellos saben que son el futuro y sienten el compromiso de llevar alimentos, ya lo que nosotros llevamos es un extra, pero no está demás, las frutas pueden ser consumidas hasta el día siguiente por qué la lanza las corta, los pescados los guardamos de una manera que no se dañan el mismo día.
—Entiendo.
—El sol ha comenzado a ocultarse, quiero que me guíes hacia el camino a casa.
— ¿Yo?
—Si, tú, espero que hayas prestado atención por dónde vas.
Steven agarro un pez y casi lo partía.
—No, a los peces no le hacemos eso, tampoco le cortamos la cabeza, a ellos los cocinamos así enteró.
Los empacó y fue adelante guiando al Sr. Roberts, dió algunas vueltas adicionales, pero no recibió ayuda, hasta que llegó a la entrada.
—Te has tardado más del tiempo necesario, pero has llegado, ahora entra y lleva esto, yo iré luego.
— ¿Se llevara las lanzas?
—No, llévalas contigo, solo requiero mi daga.
Steven entró sin hacer más preguntas, al llegar a la cocina, las mujeres vieron que los peces fueron atrapados con lanzas.
—Parece que hoy te ha ido bien — dijo una de ellas
— ¿Porque lo dice? — dijo Steven.
—El jabalí, las manzanas y ahora peces.
— ¿Porque dice que fui yo?
—Seamos sinceros, nosotras aquí aprendemos a reconocer la forma de matar de todos, Roberts prefiere ocupar su daga, al igual que Matthew y Robinson, tu eres el único que ha traído comida que tienen signos de penetración.
—Buena observación.
—Si puedes traer más manzanas sería estupendo, pero trae más en esta ocasión y corta de más arriba.
Steven se fue a acostar, se sentía bien recibir ese tipo de elogios por así decirlo, en eso se acerca Robinson.
—Pensé que andabas con el señor Roberts.
—No, fuimos a practicar, al regresar me dijo que entrará yo solo, el no dijo a dónde iría.
—Hace dos años que murió su mujer, imagino que anda visitando el sitio donde fue enterada.
— ¿De qué murió?
—Defendiendo a Matthew, ese día ella salió a buscar algo se comida, Matthew aún no estaba totalmente entrenado, en eso salió un oso, ella pensó que podía matarlo, pero el oso le tiró un manotazo, ella pego la cabeza con una piedra, Matthew salió corriendo a avisarle a su padre, cuando regresaron la vieron tirada en un charco de Sangre, había muerto del golpe, desde ese día Matthew mata a cada oso que se encuentra en el camino, esperando algún día vengar a su madre.
—Debió haber sido muy difícil para él.
—Si lo fue, ese a los tres días cumplió 16 años y desde esa vez su única misión es poder levantar la espada del último cazador, para así poder llevar la libertad a todos nosotros.
—Entonces en tres días el lo intentará ¿Así es?
—Si, pero temo que el llevé otro camino si no logra hacerlo.
—Pero tampoco quieres que la levanté.
—Como te he dicho estoy seguro que no lo hará, solo toca esperar lo mejor, ese día antes que el lo intente se hace una ceremonia buscando guía de los antepasados, pero aún así nadie ha podido.
—Pero si esa es la espada de un cazador ¿No debieron de haber más espadas?
—Muchas se han perdido, la única que ha sobrevivido y hemos encontrado a sido está y para evitar que cayera en manos equivocadas nuestros antepasados la hechizaron.
—Entiendo.
Robinson se fue después de haber hablado con Steven