Capitulo 31

1059 Words
Steven llego a la superficie, en eso escucho el ruido de movimiento, preparo su bayoneta, retrocedió un poco y en cuestiones de segundo habían dos rastreadores, disparo al primero, pero sin darle tiempo tenia al segundo encima, sin darse cuenta solo cayo el cadáver de este segundo. — ¿Que haces aquí Matthew? — dijo Steven. —Supuse que necesitarías de ayuda, al parecer no me he equivocado. —Pero allá te están esperando, no puedes dejar solo al pueblo. —El pueblo no esta solo, ven ayúdame a mover esta roca para cerrar el túnel, si, se molestaran por no regresar, pero Robinson sabia que yo no regresaría, pero no podía admitirlo estando mi padre, por eso fue que hice la petición de dejarte en la cueva. —Como se que no te haré retroceder continuemos, entre mas rápido vayamos sera mejor. Antes de poner la piedra tiraron los cuerpos de los rastreadores al túnel, y luego sellaron la entrada, borraron cualquier rastro que indique ese movimiento, empezaron su trayecto para acercarse a la montaña, Steven recordó que antes había estado ahí, corrió hacia la montaña y ahí estaban las dagas que habían usado para escalar. —Estas las pusimos nosotros para escalar, me sorprende que aun estén aquí. Matthew se acerca para corroborar si aun aguanta el mismo peso, pero esta se quebró con poca fuerza. —Pero para ser un plan de escape no funcionaria. —Hay algo que no entiendo, cuando nosotros llegamos aquí estábamos en el pasado, empezamos a subir, pero como fui haciendo estos escalones tardamos bastante, a lo lejos vimos un dragón, lo curioso que cuando llegamos arriba el dragón no nos vio y estábamos en el presente. —Recuerda que fueron al pasado por esta montaña, no me extraña que me digas eso. Iniciaron el recorrido, llevaban las armas en mano, porque temían que se les apareciera mas dragones, al llegar al medio día solo habían rodeado una parte de la montaña, aun no podían darle la vuelta para avanzar. —Debemos de buscar algo de comer, tampoco pasaremos sin comer todo el camino — dijo Steven. —Aquí solamente hay frutas, al parecer los dragones grandes no se acercan por estos rumbos, hay bastante arboles frutales. Empezaron a recoger frutas y comieron, pero antes que pudieran terminar de comer escucharon pasos, inmediatamente se escondieron y prepararon las armas. — ¿Donde se habrá metido Ricardo? — se escucho una voz. —No lo se, solo se que tomo por estos caminos desde hace varios días, yo digo que si no vuelve es porque se lo ha comido un dragón. —No lo creo, el es bien cuidadoso en esa parte, ademas no hemos visto rastro de sangre. En eso, uno de ellos vio unas huellas en el piso. —Estas huellas no son de dragón, tampoco lo son de bestias que se miran por estos lados, tenemos visita. —Pero ¿De quien? se supone que no quedan mas humanos en estos sitios. En eso sale Steven apuntando con su arma. — ¿Ustedes quienes son? — Pregunto Steven —Nosotros solo somos unos humildes aldeanos, no queremos causarte daño — dijo el que parecía que tenia cierta autoridad — ¿Cuantos de ustedes hay? — volvió a preguntar Steven. —Somos muchos, mas de lo que tu crees, pero yo si se que no estas solo, había otro par de huella contigo. —No te equivocas, aquí estoy yo — dijo Matthew —Vaya, vaya me sorprende encontrar a dos personas en estos rumbos, significa que debe de haber mas de ustedes, eso representa una amenaza a nuestra sociedad. — ¿De que hablas? — dijo Steven — ¿Por qué crees que los dragones abundan aquí? — por que allá los capturamos vivos y los torturamos, como ninguna de nuestras armas pueden hacerles daños tan rápido, entonces terminan muriendo por otros motivos.  En eso el sujeto se puso la mano en la boca, pero antes que pudiera hacer alguna señal, Matthew disparo su arma en la cabeza, el cuerpo de este cayo al piso, Steven se acerco al otro. —Ni se te ocurra moverte, sino aquí mismo terminaras con tu amigo. El sujeto de tanto miedo que tenia no dijo ni una sola palabra, Matthew la amarro las manos y luego los sujetaron a un árbol. — ¿Dime cuantos son? — dijo Steven  —No lo se, nunca nos hemos contado. Esta vez  saco el arpon del arma y lo puso en su estomago, lo presionaba para que el empezara a sentir dolor. —Somos 25 personas o eramos 25. — ¿Son una aldea que busca solo sobrevivir o cuales su objetivo? — pregunto Steven —De hecho al otro lado de esa montaña existen varias aldeas, nosotros somos  un grupo que se encarga de robarles a los demás y de esa forma sobrevivir, no me maten por favor, tengo mujer e hijos. — ¿Tu mujer esta en ese grupo de 25 personas? pregunto Matthew —No, mi mujer esta en otra aldea, yo llego en ocasiones, los 25 solo somos hombres. — ¿Tienen alguna forma de identificarse? — pregunto Matthew. —Los que somos de esos 25 siempre andamos un colmillo de dragón guindado en alguna parte de nosotros, nos hacemos llamar cazadores de dragones, pero a la vez no respetamos a ningún líder, somos temidos por muchas aldeas. Ambos se alejaron un poco, Matthew le dio su arma cargada a Steven. Sabes que no lo podemos dejar vivo, si lo soltamos dará aviso que hay otros humanos aquí, lo se, no quería hacerlo, pero debemos de protegernos. Matthew se puso delante del hombre. —Mira aquí hay un detalle, creemos lo que nos dices, pero a la vez nos sentimos amenazados por ese grupo, así que ni modo, salúdame a tu amigo de nuestra parte. Matthew se agacho y Steven le disparo en la cabeza. —Pobre hombre, se metió en el grupo equivocado, pero al menos hemos obtenido algo de información — dijo Matthew. Steven les quito el colmillo del dragón a ambos y las pocas armas que estos portaban, luego movieron los cuerpos cerca de unos arbustos donde no serian visible fácilmente y continuaron su camino, ya faltaba poco para llegar a media montaña y caminar por nuevos caminos 

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