—Zeus detente —me pide y lo hago. Volteo a verla, se suelta el moño y luego pasa las manos por su rostro—. Me disculpo por mí actuar, he estado un poco altera en estas semanas... —Deja salir un suspiro—. Yo se que no te has visto con Madeline e incluso le prometí a Stephan no interferir en tu relación, pero como mujer enamorada que sabe lo que se siente esperar al hombre que amas... me siento en la necesidad de abogar por Madeline. —¿Acaso ella te ha dicho algo? —La verdad no y creo que te protege demasiado —Deja salir una leve risa—. Pero soy mujer y sé lo que ella siente y no te dice, Zeus. Abogo por ella tanto como lo hago por ti. —¿Por mí? —Sí, por ti, ¿o acaso piensas dar el siguiente paso a través de una llamada? ¿Declararle tu amor a través de mensajes? ¿O formar una fa