Los empleados de Aurelia llegan temprano al hotel, pero el montaje del set demora más de lo esperado. Al usar el teatro como locación, por petición de Ariel, deciden jugar con cada espacio y donde sea que miro, hay algún elemento con el que debo interactuar mientras me hacen las fotos. Fotos que, por lo que entiendo, tomarán todo el jodido día, porque la colección incluye quince conjuntos y todos los llevaré yo. Nadie más forma parte de esta campaña, ni siquiera Ariel entiende la razón. Cerca de las once de la mañana comenzamos oficialmente la sesión. Puede que yo sea un poco reacia a esto, pero hoy lo disfruto enormemente. No puedo explicar lo que siento, pero mientras hago posturas y sonrío a la cámara, soy una versión diferente de mí misma. Me vuelvo una con la lencería que llevo, me