Medito un poco si aceptar el aventon, pero en realidad ya es tarde, y si llegó después de la hora Jack seguramente me va llamar la atención, así que decido aceptar, el como todo un caballero me abre la puerta de su auto, que es una modernidad, varios jóvenes se hacían fotos frente a él, y la verdad el sólo sonreía, no pareció molestarle, hasta que vieron que activó la alarma y se alejaron, me pongo el cinturón, y el sube al auto y también se pone el cinturón de seguridad.
Comienza el camino, y la verdad yo pienso en preguntar por que es tan grosero, pero creo que lo mejor es callarme, por que terminó peleando con el.
El me ve de reojo, y maldita sea, no puedo evitar sentir el rojo de mi cara, rayos.
-Y se puede saber cuál es tu nombre.
Me pregunta por mi nombre, quizá deveria darle uno falso, así si decide quejarse de mi en el restaurant, no sabrán quien fue, sonrió al pensar en ello.
-Que te provoca esa sonrisa maligna.
-No yo no... No es maligna, recordé algo.
Darían, mi nombre es Darian Leretty.
-Bueno Darían Leretty eres pésima mintiendo, tu rostro lo refleja.
Dios este hombre puede poner no sólo mi rostro si no todo mi cuerpo al rojo vivo, que pasa conmigo.
-Puedo preguntarle algo?
-Puedes, y no me hables de usted, somos casi de la misma edad.
-Entonces es eso, te molesta que te llamen de usted, te sientes mayor.
-Claro, me haces sentir un anciano.
-Pero que no sabes que eso es por respeto.
-Prefiero las conversaciones ligeras, dejó al lado las formalidades.
-Bueno, creo que tienes razón, ahora comprendo tu cara de ogro.
-Valla, ahora soy un ogro.
-No perdón, no quise decirlo así, se escucho mal, es que yo... No creo que mejor no diré nada.
Á está muchacha el rostro la delata, se pone tan roja, es algo muy gracioso, la verdad es que me dio algo de interés tenerla cerca, es extraño, jamás me había mortificado por nadie, pero al verla ahí en peligro, no lo se tuve la necesidad de salvarla, creo que me sentí mal por haber sido tan patán con ella.
Llegamos a el restaurant donde trabaja está muchacha.
-Te agradezco mucho el viaje, la verdad no quería llegar tarde, y me salvaste.
-No te despidas, ahora entró, voy a comer algo, y a hacer miserable a la mesera.
Este bandido, quiere comer, y se burla de mi, valla, de verdad que me hará pagar por ese aventon, ni hablar.
Entró por la puerta de servicio, el se queda en su auto haciendo una llamada, voy y me cambio de ropa, me hago un moño, y salgo para comenzar a atender, voy a las mesas, tomó pedidos, llevo órdenes, y de pronto este muchacho, entra y se sienta en el mismo lugar de ayer, es una de mis mesas, así que debo atenderla.
Llegó y el con media sonrisa, no se que me pasa, hace que se me pongan las mejillas rojas.
-Buenas tardes joven, ya desea ordenar.
-Buenas tardes señora.
Este Bandido, se está vengando de mi, señora, que le pasa, pero hago como si no me molestara, y pongo atención a lo que me pedirá.
-Traigame el cordero, y por favor un tinto, es todo.
Lo anotó, y me llevo los platos de decoración, cuando lo tomo, el acerca su mano ligeramente y rosa con la mía, es como si me diera un tipo de electricidad al tocarlo.
Me pongo un poco nerviosa, y sigo a lo mío, atiendo las demás mesas hasta que me dan la orden de este muchacho.
-Aquí tiene joven.
Colocó sus platos, y lo demás, y pregunto si necesita algo más.
-No señora, es todo por el momento.
-Que tenga buen provecho joven.
En realidad a mi no me molesta como el quiera llamarme, el que se ofende es el, pero seré el adulto en esta situación.
Veo que el termina de comer, y voy hacia su mesa para retirar los platos.
-Desea la carta de postres joven.
El, joven lo digo muy marcado, el se da cuenta y sonríe, la verdad me agrada ver su sonrisa, no lo sé, me llama la atención, rayos que estoy diciendo, Darían controlate, no tienes tiempo de andar de enamorada.
-Si porfavor, bueno, no, traigame el mismo de ayer, gracias señora.
En realidad ya comienza a molestarme el SEÑORA, que le pasa, que molesto es, pero bueno, me dio un aventon, tengo que soportarlo.
Voy a hacer su pedido, y sigo atendiendo a los demás comensales, me avisan que su postres está listo, y se lo llevó.
-Aquí tiene joven, desea algo más.
-No señora, muchas gracias.
Sulfuro, ya me molesto lo de señora, y comienzo a entender su molestia ayer, pero bueno, decido respirar y seguir.
después de un rato me hace una señal, y pido su cuenta, se la llevó, y el me entrega la misma cantidad de ayer, le digo que en un momento regreso, y me dice que todo estuvo delicioso, hasta la compañía.
El muy malvado disfrutó hacerme enojar.
-Todo estuvo delicioso Darían, hasta la compañía, disfruta tu propina, nos vemos después.
-Que le valla bien JOVEN.
El sonríe, y se retira.
Yo voy a la caja y p**o, la cajera me mira con mala cara, pues sabe que el vuelto, es mío, fue una buena propina al igual que ayer.
no le doy mucha importancia, pues en realidad, ni siquiera me cae bien, desde que entre a trabajar aquí, ella ha sido muy malhumorada conmigo, no se ni por que, si he sido amable, pero bueno, sigo a lo mío, atendiendo mesas, hasta que llega mi hora de salida, me retiro.
Salgo y busco un taxi, y voy a casa, agotada, es muy cansado, por mi casa sólo paso a dormir y hacer tarea.
Mi madre me recibe con la misma cantaleta, que debo buscar un marido rico, para que nos salve de problemas económicos, yo me voy a mi habitación a descanzar, mi madre no comprende que estoy agotada, mis días son muy pesados, madrugar, ir a la Universidad, trabajar, y salir agotada a casa, para llegar y escuchar sus regaños, es muy cansado, cuando por fin terminó las tareas, me doy un baño, y voy a acostarme a la cama, veo por la ventana el cielo que ya sólo se ilumina por las estrellas, y pienso que todo valdrá la pena, todo servirá, algún día podré ser lo que he soñado todo este tiempo, pero eso será una lucha diaria, y no me daré por vencida.
Me despierto muy temprano, me doy un baño, y me preparo para ir a la Universidad, al salir mi casa, voy hacia una cafetería, necesito mi dosis de café para sobrevivir, pido y salgo para buscar un taxi para ir a la Universidad, de pronto y sin poder creerlo, el auto de ese muchacho se detiene frente a mi, la verdad decido ignorarlo, como si estuviese muy ocupada en mi móvil, y el muchacho baja el vidrio y me llama.
-De verdad eres muy mala actriz.
Levantó el rostro, y lo veo fijamente.
-Me estás siguiendo, o quieres seguir molestandome.
-La verdad si, me gusta molestarte, es una lección por llamarme señor.
Dios jamás va olvidar eso, que le pasa.
-De verdad, aún sigues con eso, veo que eres bastante rencoroso, es malo tener odio en tu corazón sabías eso, vivirás infeliz toda tu vida si sigues así.
-Anda muchacha, vamos te llevo.
-No lo se, quien me asegura que no eres un asesino en serie, y tienes planeado algo atroz.
Harry no pudo evitar reír por lo que le dije, la verdad me encantó su risa, verlo así al natural, fue maravilloso, de verdad que me agrada.
-No lo sé, lo estoy meditando aún, no lo sé.
-Entonces como ya es un poco tarde, tendré que arriesgarme.