2:27 am Ivar sabía que en unas horas tenía que ir a trabajar en su empresa para el nuevo diseño de uno de sus teléfonos, pero no podía conciliar el sueño. Le era extraño, hace una semana a esa hora debía de estar en algún bar con alguna modelo para no llegar a su casa y sentirse solo, pero desde que había visto como a Cleo le habían dado flores al frente de su empresa no pudo dejar de sentirse raro, no era un sentimiento de celos, era más bien de envidia y tristeza. Ragnhild era uno de los CEO más conocido y el más importante en el mundo, su dinero crecía al igual que sus empresas en varios países, pero aun él teniendo todo eso, además de fama y dinero se sentía solo. Ese era la maldición, pensaba él. Un hombre con mucho dinero quizás no encuentre la verdadera compañía, solo tendrá per