Estoy dividida en dos mundos totalmente diferentes. Y creo que esto apenas es el comienzo. Un mundo donde el lado oscuro quiere acecharme, donde no pertenezco y tampoco soy bienvenida; y otro mundo en el que pertenezco, pero no encajo, donde nadie me comprende, donde solo me juzgan y señalan sin una pizca de empatía. Otra vez odiaba sentirme perdida como si un tsunami de dudas y preocupaciones me ahogara, aplastandome sin piedad. Mi mente divagaba cada segunda, tratando de encontrar alguna posible salida a todo esto que sucede inadvertidamente. Me levanté y miré por la ventana. Cuando me percate, había un papelito pegado que decía: "Te extrañare tanto que moriría, siendo irónicamente inmortal. Mientras tanto se buena, mi linda pelirroja.” —Que cursi. —Dije en mi soliloquio, sonriendo