Sonreí de manera cansada mientras miraba el desastre que había en mi apartamento después de haber hecho un gran consenso y llegar a un acuerdo Dimitri llego a la conclusión de cambiar el color y algunos muebles del mismo, ese fin de semana pasamos haciendo más desorden del que ya había, jamás había sentido algo tan refrescante y divertido, a lado de Dimitri era algo novedoso el hacía que las cosas más insignificante se volviera en un juego. Sonreí al ver su camisa manchada de pintura y su pantalón igual este se acercó y beso mis labios mientras me entregaba al beso, sus manos bajaron hacia mi trasero mientras mordía su labio inferior, este gimió en repuesta, beso su mejilla, su cuello y el lóbulo de su oreja. Me sentía feliz por la reacción que tenía en su cuerpo, y por segunda vez hicimos
