Camila quedó horrorizada después de lo que vio. Pavel acaba de matar a un hombre frente a sus ojos a sangre fría y él sólo podía sonreír de una manera escalofriante.
- Tú, le disparaste. – dijo impactada. – acabas de matarlo. Mataste a un hombre.
Pavel liberó aún más su sonrisa de lado, caminó con el arma en sus manos como si se tratase de cualquier juguete para niños, misma que tenía un silenciador. Estando cercar del cuerpo soltó múltiples balas en contra del hombre.
- Ahora sí está muerto. – recalcó haciendo más notable una plena satisfacción, lo contrario de un arrepentimiento.
Camila tuve que cerrar los ojos como tapar los oídos. Al abrirlos notó la esencia de Pavel.
- Pero….
- Andando, Camila. Hay que salir de aquí.
Pavel tomó a Camila de la mano y sin dejar que dijera un
