Sebastian me había llevado a un hotel de lujos que estaba fuera de la ciudad. Llegamos al rededor de las 11:00 pm de la noche, nuestra habitación estaba lista. Al entrar pude ver muchos detalles en ella. Habían pétalos de rosas por todo el piso, además un corazón gigante de rosas en la cama y algunas velas aromáticas encendidas. Aún tenía mi vestido de novia puesto, estaba algo nerviosa, realmente sería la primera vez que consentiría una relación s****l. —Voy al baño— Dije casi corriendo. Entro y cierro la puerta, me miró frente al espejo y noto mi propia desesperación, en realidad sentía que me ahogaba con mi propia venganza. No quería salir de allí, quería quedarme la noche entera, ¿realmente sería capaz de no tener intimidad con mi ahora esposo? Después de unos minutos salí del