No hay boda
¡Me voy a casar contigo por la empresa, pero no voy a volver a tocar tu asqueroso cuerpo me oyes!
……
Me levanto con pesadez de la cama, no sé a qué hora llegué la noche anterior, ni cuánto bebí, la resaca en mi cabeza no me permite recordar nada en lo absoluto. Mi hermana me preparó una despedida de soltera, dónde me hizo beber hasta embriagarme.
Me siento en la cama desorbitada, apagando la alarma con pesadez, y dirigiéndome mi pesado cuerpo a la ducha, porque hoy por fin es mi boda.
¡Oh por dios!, aún no puedo creerlo. Después de dos años de relación, por fin me caso con Max, mi Max, el hombre más sexi, guapo, y millonario que cualquiera mujer pueda desear, pero por suerte es mío, y digo por suerte, porque reconozco que no soy el estereotipo de la mujer perfecta para Maximiliano; el es un hombre jodidamente sexi, y arrogante, con una figura de infarto, es algo galante, y con unos ojos azules, que pareciera que estuvieras viendo el mar en ellos. Realmente es el puto dios griego, tanto que parece Henry Calvin, el de súper man ¿saben? Dios! muchas veces cuando hacemos el amor, logró pensar que es él. Realmente son idénticos.
—Emilis, apresúrate, hoy es tu boda, y mira la hora que te levantas — escuchó gritar a Brittany, y ya me la puedo imaginar con el ceño fruncido por mi irresponsabilidad.
Britani es mi mejor amiga,la conozco prácticamente desde que tengo uso de memoria. ¿ Conocen a una de esas chicas pequeñas y gritonas que viven peleando por todo? pues, esa es ella; pero no me puedo quejar, la tipa se la juega conmigo.
—Voy, es que bebí mucho anoche — hago un puchero saliendo de la habitación, envuelta en una toalla.
—Te dije que no sería buena idea eso de la despedida de soltera, no se para que le haces caso a la odiosa de Paola — ruedo los ojos.
A Brittany no le ha agrada mi media hermana, dice que es envidiosa, ruidosa, y ambiciosa! Yo no le tomo mucha importancia, aunque tiene un poco de razón en lo que dice, es mi hermana y no creo que sería capaz de hacerme algún daño¿ O si?
—Abajo está la maquilladora, y también la manicurista, vamos que no tenemos todo el dice— dice con la ceja alzada, presumo que está molesta por no hacerle caso e irme para esa despedida de soltera, que no dejó nada bueno en mi cuerpo, y de lo que no recuerdo absolutamente nada.
Hago un puchero tierno y ella terminó por sonreír; siempre es así, logró hacerla reír a fin de cuentas.
Después de largas horas sentada, dejando que las mujeres que fueron contratadas por unos de los socios de mi abuelo, osea mi futuro esposó y el dueño absoluto de mi mente y corazón, me veo en el espejo para ver cómo queda.
Abro los ojos por la sorpresa, parezco una persona totalmente distinta,; mi cabello largo está hecho en un moño en forma de flor, que solo deja una parte colgando; mis ojos de color verde, está perfectamente maquillado; al igual que mis labios con un labial claro que resalta el lunar en el, y mis gruesos labios.
—Estás hermosa,— dijo Brittany con una sonrisa.
Sonrió complacida, porque no puedo estar más feliz en este día, que aunque pienso, pienso y pienso, no puedo creer que voy a casarme.
—Ahora el vestido, es tarde Emily— miró la hora, y es realmente tarde, espero que el novio no se cansé de esperar y se vaya—. Pienso para mis adentro y sonrió.
Max me adora, o eso creo, me ha aguantado estos dos años, y por eso lo presumo, además, me pidió matrimonio y me dió un hermoso anillo con un gran diamante en medio,! por dios!, tiene que amarme este hombre,si no no se casaría conmigo.
Tomó el vestido blanco que es el mismo mando a diseñar para mí, con la mejor diseñadora de moda, y me lo colocó, me veo exquisita; el vestido resalta mis curvas, y se pueden ver esas pechonalidades en forma de corazón que a mí max le encanta. Ha sido el único hombre que me ha tocado y le encanta que se lo diga al oído siempre que me come. ¡Oh por dios! Este hombre es mi deleite.
—Estás hermosa — Bri llora, y me abraza.
—Gracias amiga — le doy un beso, y ahora me toca ayudarla a qué se vista, es mi dama de honor y pues ni modo.
Después de unos minutos, estamos listas, bajo las escaleras de la gran mansión de los Johnson, y veo a mi abuelo, esperando por mi en el pie de la escalera. Sus ojos se iluminan al verme.
—Estás hermosa hija, tu padre estaría orgulloso de verte así— lo escucho hablar de papá y mis ojos se aguaron , al momento que mi corazón se contrajo.
Mi padre murió hace más de tres años, por una intoxicación, por más que se investigó su muerte, no se supo a ciencia cierta la causa; aún lo recuerdo cada día de mi vida, y me duele en el alma hacerlo, Roy, como solía decirle era todo para mí, siempre fuimos en uno para el otro; hasta que llegó, Merlyn, mi madrastra y la madre de mi media hermana Paola, desde ahí mi padre se distanció un poco de mi, y tuve que compartirlo con ellas, hasta que murió ese maldito día, dejándome sola es este mundo, porque a mí madre jamás la conocí, y tampoco quiero conocerla.
Abrazo a mi abuelo que está a punto de llorar pero contiene sus lágrimas, nadie puede ver al viejo, Michelle llorando, para todos menos para mí, es un hombre tosco y duro, y accionista mayoritario, de la empresa automotriz más importante de USA.
Caminamos juntos a una limusina negra, que está parqueada afuera y subo nerviosa mientras estoy siendo tomada de la mano de Bri que está a mi lado.
Siento mis manos sudar , y mi corazón palpitar fuerte mientras el auto rueda a la iglesia. Estoy tan nerviosa que puedo sentir las mariposas en mi estómago revolotear, de una manera sobrenatural.
Apenas el auto, se estaciona, bajo, tomada de la mano de mi abuelo. Hay una gran multitud de periodistas, y fotógrafos afuera de la iglesia.
Camino tomada del brazo de Michel, con Brittany a un lado de mi. En este momento siento que soy la envidia de todo Seattle, y que seguramente muchas mujeres se están mordiendo, por qué hoy, voy a ser la esposa del hombre mas sexi que ha podido existir.
Cuando voy a entrar a la iglesia, veo como Merlyn y Paola me detienen, la miro nerviosa por su actitud, y le pregunto que pasa.
—¿Qué pasa, ? ¿Por qué me impiden el paso?— pregunto frunciendo el ceño.
Veo la cara de Paola, y puedo notar que hay algo extraño en ella.
—Emilis, no puedes entrar.
La miró a los ojos, esperando la razón, presumiendo que era una broma.
—Te volviste loca Paola, déjame entrar, voy retrasada y Max me debe estar esperando.
—Max, Max no vendrá Emilis— me tiende una carta y en este momento me quedo estética.
Con las manos temblorosas, abro la carta que me entrega Paola, y comienzo a leer en ella una breves palabras que se que son de el, porque conozco bien su letra, ¡joder! Conozco todo de él.
" No hagas el ridículo, y vete, no me voy a casar contigo"
Siento que el mundo me cae encima, y me sujeto fuerte de Roy, que está desconcertado como yo.
Apretó con fuerza la carta en mis manos, sintiendo una impotencia tan grande. No logro entender nada.
Miró a Brittany en el momento que las lágrimas comienzan a rodar por mis mejillas, un dolor profundo posa en mi pecho, y me dificulta respirar.
Volteé a ver a todas partes, y las cámaras en ese momento estaban enfocadas en mi.
Tomó el vestido para subirlo un poco y comenzó a correr lanzando las sandalias en el proceso.
Corro con las lágrimas brotando por mis mejillas, corro desesperada, corro con un dolor fuerte en mi pecho que no logro controlarlo.
Escucho la voz de Brittany en mi espalda llamándome, pero yo solo puedo seguir corriendo, el dolor en mi pecho es fuerte.
¿Por qué Máx? ¿ por qué?—. Es lo que me preguntó en estos momentos.
¿Por qué me hizo esto?, ¿por qué en el puto día de la boda me deja plantada, haciéndome pasar el ridículo de mi historia?
Cruzó la vía sin mirar los autos pasar de un lado a otro,en estos momentos deseo con todo mi corazón ser aplastada por uno de ellos.
Me siento en una banca, veo a través de mis ojos hinchados como las personas me miran con tristeza.
Suspiro sin contener las lágrimas en mi pecho, el dolor es insoportable.
Después de horas estar sentada, mientras veo cómo el mundo pasa en mis narices, tomó un taxi a la mansión, aunque no quiero hacerlo, terminó por llegar..
Bajo del taxi, con un dolor aún más fuerte, le indico al portero que le pagué al taxista, y entró a la casa.
Todos están reunidos en la sala presumo que me están cosiendo la espalda.
Bri, se acerca a mi, y juntas subimos a mi habitación, no sin antes Paola detenerme para lanzar su asqueroso veneno.
—Te dije que él era mucho para ti hermanita, al final se arrepintió, y te dejo en el último momento — la miró con una suma tristeza, y subí las escaleras.
Bri, me ayuda a desvestirme y meterme en la ducha, está en silencio, solo me escucha llorar, y llorar hasta cansarme.
—Max no merece esas lágrimas Emili — me toma del rostro, y yo vuelvo a reventar en llanto.
—Lo amaba— musito en un susurro ahogado que apenas es audible.
—Lo sé pequeña, pero no tuvo los cojones para casarse contigo no te merece.
—Debo llamarlo Brittany, debe haber una puta explicación, algo hice mal.
—?No, no te lo permito Emilis, prohibido que te culpes de algo que no es tu culpa, él quiso esto, el tomo está decisión, y por eso no vas a llamarlo!— grita enojada y se que tiene la razón, pero no sé cómo decirle eso a mí corazón.
—Cómo viviré sin el Bri— limpio mi lágrimas en vano, porque sigue brotando como manantial.
—Estaré contigo, eres una mujer hermosa, con una carrera, eres exitosa, y además para nadie es un secreto que eres la heredera universal de tu abuelo, así que no tienes porque sentirte una mierda, es el que debería estar arrepentido de todo lo que hizo no tu.
Asiento con la cabeza recostandome en sus piernas.
…
A la mañana siguiente cuando abro los ojos, siento un dolor fuerte en mi cabeza, llevó las manos ahí, haciéndo una queja de dolor en ella.
Estoy sola en mi habitación, no veo a Bri por ninguna parte, y presumo que cuando me quedé dormida se fue,. Siempre odiaba quedarse en la mansión, decía que vivían una cuerda de hipocritas que solo buscan molerme las costilla.
Veo la hora en reloj, mirando también la fecha; deseando que todo lo que ocurrió el día anterior sea un sueño, y Max no haya sido capaz de dejarme plantada el día de mi boda, pero los milagros no existen, y quiere contrario a eso, puedo ver muchas notificaciones en f*******: con mi foto, vestida de novia y descalza en un plaza en el centro nueva York.
Me vuelvo a recostar en la cama, y vuelvo a comenzar a sollozar, sin dejar de mirar el móvil a mi lado esperando que Máx tenga la amabilidad de darme una puta explicación.
Tomó el teléfono nerviosa, mientras siento mi corazón contraído y comienzo a llamar a su número pero me sale apagado.
Lo busco en w******p y me fijo que estoy bloqueada, hago lo mismo con todas las putas redes y estoy bloqueada de todas y cada una de ellas.
—¡Eres un maldito cobarde! — lanzó el móvil a la pared con fuerzas, reventándole en el acto, para volver a enterrar mi cara en la almohada.
No sé cuánto tiempo pasó, cuando escucho a mi amiga llamarme…
—!Emilis!, — abro los ojos, veo su cara triste y a su lado tiene una maleta.
—¿A dónde vas Bri?— pregunto asombrada.
—Me dieron el cupo para estudiar la maestría en Londres, me contactaron hoy, y de una vez me mandaron los pasajes para salir del país. — me levanto en seco.
Bri, es ingeniera en sistema, su familia es de recursos bajos, pero ella ha escalado por sus propios méritos, estaba esperando una beca en Londres, y ahora veo que le fue dada lo que significa que…
—¿Te vas ?— me levantó presurosa.
—Lo siento amiga por dejarte en este momento pero sabes que aquí si no tienes apellido no logras nada por eso quiero especializarme más…
La miro con las lágrimas correr por mis ojos, Bri es relativamente todo lo que tengo. Paola a pesar de ser mi hermana es una mujer sin estudios, y poco realista, todo lo de ella es ropa y lujos, realmente no compartimos los mismos gustos.
—Bri, no me dejes— le suplico siendo totalmente egoísta.
—Lo siento Emi— dice mi nombre abreviado.
La miró por un segundo pensando lo próximo que voy a decir hasta que logró decirlo.
—Me voy contigo Brittany…