Narra Liam. Katherine yacía ante mí como una diosa, con las piernas separadas, lo que me permitía una hermosa vista de su bonito coño. Su clítoris estaba hinchado y rojo, desesperado por llamar la atención. Los labios de su v****a y sus nalgas brillaban con su lujuria por mí. Mierda, mi cuerpo gritó para hacerla realmente mía, para hundirme en esta hermosa mujer. En cambio, tracé la parte interna del muslo con mi dedo índice, avanzando lentamente hacía la parte exterior de los labios de su v****a. Había anhelado hacer esto durante meses. Ella apretó y su pequeña protuberancia pareció hincharse aún más. Gemí, mis ojos buscando los de ella. Katherine se sonrojó, pero no apartó la mirada. —No puedo esperar para comer tu hermoso coño—le dije excitado. Se mordió el labio, sus ojos destell