Narra Liam. En el pasado, nuestros encuentros habían sido fugaces. No la había visto como una mujer a la cual quería follar, pero estos dos últimos encuentros había notado un cambio en ella que me atraía, ahora era imposible ignorarla, ella realmente era bella. Noté su hermoso rostro, su increíble cuerpo, era toda una mujer. Mentiría si no dijera que no la deseaba sexualmente. También noté que me veía con coqueteo, pero yo también le correspondí, todo esto parecía una tentación peligrosa. —¿Tienes frío?—le pregunté cuando terminamos de llegar a la orilla. —Si respondió. Visualice una toalla y se la coloqué en sus hombros. Luego caminamos lentamente con dirección al muelle de madera que estaba aún extremo del lago donde se encontraba una lancha al final del camino. No sabía si es