Al final decidímos presentarnos en la comisaría. Mí hermana que no sabe nada de la jugarreta de su querido cuñado, hartó para venir a sacarlo. Por mí que se quede encerrado un par de horas. Sí, una mujer despechada puede llegar hacer vengativa. Sara ni se inmutó, tomó un Uber y se fue a su casa e insistió a que lo dejen encerrado por idiota a su hermano unas horas, pero si hacía eso, tenía que dar explicaciones a mí hermana de la carta que me mandó Nick y no tengo ganas que lo odie. Henos aquí, muertas de frío con estos vestidos diminutos. No solamente con frío, cansancio y sueño, y a estás horas también hambre. Una combinación bastante explosiva. El Pobre de Max nos acompaño, no me había dado cuenta que se comió flor de golpe, tiene el ojo n***o, parece ser que cuando separó a esos dos
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