“Jamas te forzaría hacer algo que tú no quisieras,” miro hacia sus m*****o y dijo “ mis testículos y mi pene, dolerán como la chingada, pero me detendría si tú no quieres continuar”. Y solamente eso, basto para que mi mano tomara la parte de atrás de su cabeza y lo acercara a mi rostro para besarlo, “No quiero que te detengas, quiero que me hagas sentir mujer entre tus brazos , quiero sentirte, quizá esto es una locura, pero te necesito, necesito todo de ti” “Y todo te daré”. Sus labios recorrieron mi cuello, bajando por en medio de mis pechos, succionando mi piel dejando marcas en mi cuerpo, hasta que sus manso separaron mis piernas, mis ojos saltaron ante lo que él estaba haciendo, jamas imagine que alguien estaría entre mis piernas. Había leído sobre eso el sexo oral, pero para