Corrí a toda velocidad con el coche para poder llegar cuanto antes a mi casa y coger todo lo que necesitaba, tenía claro que lo mataría con mis propias manos, tal y como lo hice con su hermano, se ha metido con la persona equivocada. Nada más llegar a casa bajé del coche y entré deprisa a casa para ir al cuarto en donde se encontraban todas las armas, cogí una pistola y a continuación un cuchillo, sabía que alguno de los dos saldría herido, que esto acabaría mal, pero era ahora o nunca, esto tenía que terminar y yo me encargaría de terminarlo y de matarlo, todo por ella. Me lavé la cara con agua fría para luego cambiarme de ropa y salir de casa, cuando estaba a punto de salir recibí una llamada. —¿Sí? —dije sin más. —Se acaba de despertar, no lo hagas—dijo Jason al otro lado del teléfo