El camino de vuelta a la mansión no dura tanto para Connor como fue la venida; sin embargo, para Selene resultan los minutos más incómodos de su vida. Su dolor de cabeza ha aumentado por la posición y su estómago está revuelto. No lucha en ningún momento, no dice nada, tampoco pregunta, ya que ni siquiera es totalmente consciente de lo que ha sucedido, aunque escucha gruñir a su compañero un par de veces durante el camino. El alfa entra con ella a cuestas en la casa y la mirada reprobadora de su madre lo recibe. «Te dije que ella intentaría huir, que aprovecharía el momento que estamos afuera para hacerlo y no me creíste. Pudo habernos metido en serios problemas, alguien pudo morir por su causa» gruñe Carla por el enlace mental con el rostro contraído. Connor no responde nada, pero por