El desayuno, igual que el almuerzo de ayer, es incómodo, aunque Clarisse trata de conversar con Selene de tanto en tanto para amenizar más el ambiente hostil que su madre se empeña en crear desde que ella llegó a la manada. Luego de desayunar, Connor, igual que ayer, la lleva a conocer otros lugares de la manada, específicamente las edificaciones más importantes que forman parte de Redwood Wolves. Hasta ahora es que ella se entera de que Connor es dueño de una significativa empresa textil en Norte América, aquella que colabora con la empresa de su padre en Tierra de Pinares. Con paciencia, Connor le explica cada detalle de los movimientos en cada edificio, hasta que llegan a un área común. Allí están varias omegas corriendo ocupadas haciendo gestiones para el almuerzo de las guardianas.