Saya gruñe en el pecho de Selene y saca sus garras al recibir la muestra de cariño de su compañero. Connor se antepone a lo que vendrá y toma ambas muñecas de Selene, logrando detener su furia. El alfa es consciente de que su compañera está molesta por lo que pasó hace un rato, pero está dispuesto a demostrarle que fue solamente un malentendido y que no es lo que está pensando. Lentamente, entra con ella dentro de la habitación y cierra la puerta con el pie. Selene está temblando, aprisionada en sus enormes brazos, como una pequeña fierecilla queriendo ser liberada para hacer el desastre. —Esa joven… —gruñe, pero Connor la interrumpe dejando un beso sonoro en su mejilla. —¿Por qué…? —intenta decir otra vez, pero nuevamente es interrumpida por un beso, ahora mucho más largo y sonoro qu