Paul pudo sentir sus manos ardiendo y palpitando mientras corre detrás de los hombres y de Carolina. Su mente tiene un objetivo claro y su cuerpo lo obedece. La adrenalina lo impulsa a ser más rápido y ágil por lo que pudo alcanzar a uno de los hombres y derribarlo. Cuando iba a dispararle, otro hombre apareció derribandole el arma. Al parecer se tendría que enfrentar a este hombre para seguir avanzando. El otro hombre se levanta, recoge el arma y se retira corriendo hacia donde se oye gritar Carolina. Paul no tiene tiempo que perder por lo que se dispone a ser lo más rápido en derrotar a ese idiota. Los puños y las patadas pronto se intercambian entre los dos. Paul logra quitarle el arma y dispararle para matarlo. Uno menos y quedan por lo menos cinco hombres más. El bosque est