"Maldito seas Edward!"
Emily maldijo al hombre en su mente.
Ella observó por última vez el restaurant en esa tarde nublada.
La habían despedido solo un día después del desafortunado encuentro con Edward.
Emily no pudo dejar pensar esa noche en todo lo Edward le había dicho.
Y debido a eso cometió un sinfín de errores.
Además de que los clientes se molestaron con ella porque no los atendía con la misma alegría y cordialidad que antes.
Mientras caminaba hacia el hospital para ir con su padre, en la mente de Emily solo se repetía una y otra vez la misma idea.
"Tengo que conseguir otro trabajo cuánto antes."
El cielo se oscureció y el sonido estridente de los truenos retumbó por todos lados.
En cuestión de segundos comenzó a llover provocando que toda la gente corriera para poder escapar de la incipiente lluvia.
Emily pudo llegar hasta a una farmacia cercana dónde le permitieron resguardarse de la cada vez más fuerte lluvia.
La jovencita miraba por la enorme ventana del escaparate de la farmacia cuando lo vió...
Su ex-novio estaba en la cafetería de enfrente.
Y abrazaba a otra joven chica!
Ambos reían y se besaban bajo el toldo de la cafetería.
Se veían muy acaramelados y felices.
Emily no lo podía creer!
Ese idiota le había dicho en el pasado que la amaba y la adoraba.
Pero resultó que todo su "amor" solo era parte de una estrategia para ganar una apuesta...
Una estúpida apuesta para acostarse con ella y quitarle su virginidad!
Virginidad robada a la mala por ese bastardo de Edward Situ.
La lluvia arreció dejando sin posibilidad a Emily de alejarse de ese lugar para no seguir torturandose mirando a los enamorados.
Deprimida por lo que pensaba y veía Emily salió de la farmacia sin importarle que se empapara.
Caminó despacio sintiendo como las gordas gotas de agua golpeaban sin piedad su delgado cuerpo.
Ella se sentia tan desdichada, tan sola, tan vulnerable!
Todo su mundo se desmoronaba bajo sus pies.
Sin fuerzas y sin ánimos para seguir adelante, Emily cayó de rodillas en el mojado y frío pavimento.
Ella había perdido toda esperanza en que algo bueno le pasará en su joven vida.
Un elegante auto se detuvo cerca de ella.
Un joven alto y guapo salió de el.
Paraguas en mano caminó rápidamente hacia la mojada Emily quien parecía a punto de desmayarse.
Lo que hizo un segundo después.
Al abrir los ojos de nuevo, Emily se encontró recostada en una cama muy suave.
Alguien le había quitado toda su ropa mojada y la había reemplazado por una pijama seca.
Emily observó que ella estaba deliciosamente cubierta con una cálida frazada.
Su cabello estaba completamente seco.
Emily no reconoció el lugar donde ella estaba, pues la habitación estaba tenuemente iluminada.
"Dónde estoy?"
Se cuestionó ella con algo de miedo.
La puerta se abrió lentamente para permitir que un hombre entrara.
Emily se incorporó para observar al hombre.
"Ryan!"
Emily exclamó con sorpresa.
"Emily, por fin despertaste!"
"Jamás pensé encontrarte ayer!"
Exclamó con voz hermosa Ryan Niam.
"Dormiste bien?"
Cuestionó Ryan a la bella niña.
Emily lo miraba con ojos un poco húmedos debido a unas lágrimas de felicidad
Emily pensó que jamás volvería a ver a su antiguo amigo de la escuela!
"Tienes hambre Emily?"
"El desayuno está listo, te gustaría acompañarme?"
Ryan Niam esbozó una sonrisa hermosa.
Frente a ella, su alto, guapo, fuerte y atlético amigo le hablaba con su usual ternura.
Ryan Niam es poseedor de un porte muy elegante y una presencia cálida.
Su varonil cara siempre se ilumina cuando sonríe debido a sus brillantes ojos cafés y su carnosa boca roja.
Su cabello café oscuro está un poco desordenado debido a que es temprano por la mañana.
Ryan Niam es el tipo de hombre que parecía el príncipe encantador de cualquier cuento infantil.
"Ryan, ha pasado mucho tiempo!"
"Está es tu casa?"
"Tu me trajiste aquí?"
Ryan toma asiento en la cama al lado de su hermosa amiga.
Ayer ella parecía tan indefensa bajó la lluvia, tan pálida y frágil.
El guapo chico no pudo soportar ver a Emily en ese estado
La llevo de regreso a su auto para que juntos fuera a su departamento temporal en la ciudad.
Ryan pidió ayuda a una de sus vecinas para que ella fuera la responsable de quitarle toda la ropa completamente mojada.
La vecina de Ryan, una señora de mediana edad se sorprendió al escuchar la petición del chico.
Pero ella conocía muy bien a la familia Niam, por lo que estuvo de acuerdo en ayudarle.
Otro joven con una bella niña desmayada en brazos hubiera abusado de ella.
Pronto, la señora se encargó de vestir a la niña que seguía desmayada.
La vecina de Ryan le dió a oler alcohol a Emily para regresarla a la consciencia.
La bella joven estuvo muy poco tiempo despierta, pues como estaba muy triste y cansada pidió seguir durmiendo.
La vecina de Ryan le pregunto si quería que se quedara con Él para ayudarle con su amiga.
Ryan le agradeció, pero le dijo que no era necesario.
La señora de retiro deseándole buenas noches.
"Si Emily, te traje a mi departamento porque ayer te encontré bajo la lluvia..."
"Y llegue justo a tiempo, pues te desmayaste solo un segundo después de que estuve a tu lado."
Emily entonces pregunta lo que tanto le preocupa en ese momento.
"Ryan...tu...me cambiaste de ropa?"
El apuesto joven se ríe un poco debido a que ya esperaba esa pregunta por parte de ella.
"No Emily, mi vecina, una señora de mediana edad me ayudó a cambiarte la empapada ropa por una pijama seca."
"Si no me crees puedo llamarle..."
Emily toma la mano de Ryan quien estaba a punto de levantarse para llamar a la vecina.
"No Ryan, descuida, te creo."
Emily sin poder contenerse abraza a su amigo.
Ella está agradecida con Ryan porque su acción fue el primer gesto amable que alguien había tenido con ella en mucho tiempo.
Demasiado tiempo...
"Emily, no sabes el gusto que me da poder estar contigo en este momento."
"No dejaré que nada más te vuelva a lastimar."
Ryan, como casi todo el mundo había escuchado del escándalo propiciado por Edward Situ.
"Emily, te dejare sola para que puedas cambiarte."
"Me encargue de lavar y secar tu ropa anoche."
"También te compre ropa nueva en caso de que no te sientas a gusto con tu antigua ropa..."
Ryan señala a una silla donde varias bolsas de papel de tiendas prestigiosas esperan pacientemente.
"Ryan...no debiste haberte molestado."
Emily se siente un poco apenada.
"Por favor Emily, no rechaces mis obsequios."
Ryan se levanta de la cama después de reunir toda su fuerza de voluntad para alejarse de la hermosa joven.
"Te estaré esperando abajo para que desayunemos juntos."
"De acuerdo?"
Ryan le da un último vistazo a la joven antes de cerrar la puerta.
Ella sigue tan hermosa como siempre.
Emily suspira porque los recuerdos compartidos con Ryan reaparecen en su mente.
Despues de examinar las bolsas de ropa, Emily optó por usar solo uno de los tres conjuntos deportivos que Ryan le había comprado.
Ella se sonrojo porque incluso en una de las bolsas encontró ropa interior.
Una pequeña tarjeta escrita por una chica la tranquiliza.
"El guapo chico me pidió que eligiera ropa interior para ti."
"Él se sonrojo todo el tiempo que permaneció en la tienda."
Emily se rio bajo debido a esta pequeña nota.
Eligió unos cómodos tenis blancos, se arregló un poco su cabello antes de salir de la habitación.
La cual había dejado impecablemente arreglada.
Ryan estaba sentado a la mesa leyendo algo muy entretenido en su celular.
"Emily, te ves tan...linda."
Ryan tuvo que modificar su última palabra pues iba a decir "hermosa."
y no quería que ella se sintiera acosada.
"Por favor toma asiento."
Le pidió su amigo.
Frente a ella había un delicioso y fragante desayuno sencillo.
Huevos con jamón, fruta en trozos, te y pan tostado.
"Muchas gracias Ryan."
Emily se sintió cálida y amada por dentro.
"Ryan, hace cuanto regresaste de Inglaterra?"
"No crei que regresarias a la ciudad."
"Dime, te ha ido bien en ese país extranjero?"
Emily cuestiona a su amigo entre bocados.
Todo está suculento!
Ryan la observa feliz mientras ella come de forma adorable.
"Me fue bien en esa tierra extranjero."
"Pero volví porque extrañaba demasiado a alguien en esta ciudad."
"Mi pensamiento nunca se alejó de ella."
Emily recibió en su mano la servilleta que su amigo le extendía.
"Ryan dime es alguien a quien yo conozca?"
Emily preguntó por pura curiosidad.
Los dos compartían un pasado.
Pero ese pasado ya era muy lejano.
Emily había sellado esa historia en su mente y corazón para siempre.
"Claro que la conoces Emily."
"Justo en este instante comparte el desayuno conmigo."
Pensó Ryan mirándola con ojos tiernos.
"Emily, he leído las recientes noticias."
"Y lamento que tú familia este en problemas."
Ryan extendió una de sus grandes manos para tomar la pequeña mano de Emily.
"Me permitirias que te ayudara a resolver algunos de ellos?"
"Ahora soy un abogado experto Emily."
Declaró muy orgullosa de si Ryan.
"Estoy seguro de que puedo ayudar a tu padre a qué no vaya a prisión."
Ryan miró directamente a los de Emily esperando su respuesta.
"Ryan, de verdad me ayudarías? "
Preguntó ansiosa Emily.
"Por supuesto que sí Emily."
Contestó Ryan apretando su delicada mano entre la suya.
"Regrese especialmente por ti mi adorada Emily."
Esto solo lo pensó Ryan.
"Ryan, te lo agradecería mucho!"
Exclamó feliz la niña.
"Pero Ryan..."
"Por ahora no tengo empleo."
"Ayer me despidieron del restaurante donde trabajaba."
"Encontraré otro trabajo lo antes posible para pagar tus honorarios Ryan."
Emily declaró con sinceridad.
"Niña tonta, cuánto dije que te cobraría algo por mi ayuda?"
Le recriminó Ryan.
"De verdad no es nada."
"Me sentiría halagado de que tú aceptaras mi ayuda."
"Por favor Emily."
Ryan tomaba con sus manos las manos de Emily acariciandolas.
Este gesto se sentía tan bien para Ryan y pa Emily también quien se sorprendió porque sonreía.
"De acuerdo Ryan muchas gracias!"
"Pero como podría recompensarte Ryan?"
Emily no quería en verdad abusar de la amabilidad de su considerado amigo.
"Que te parece si te invito a cenar cuando consiga empleo?"
Emily preguntó esperanzada.
"Está bien Emily."
"Aceptaré tu invitación a cenar."
"Si ya terminaste prepárate pues iremos juntos a ver a los abogados que están llevando el caso de tu padre."
"Yo me haré cargo de todo junto con mi gente."
Ryan deslizó sus manos dolorosamente lejos de las suaves manos de la joven.
Era tan difícil contenerse frente a ella.
Emily estaba ahí, a solo un paso de distancia y Ryan quería...
Quería acariciarle el cabello con ternura.
Después quería besarla hasta robarle el aliento.
Aliento que le infundiria Él mismo.
Quería abrazarla pegandola a su cuerpo lo más posible.
Quería consolarla día y noche...
Quería decirle que El la protegería de todo y de todos.
Quería acariciarla por completo y devolverle su fe en el amor.
Quería que ella fuera solo para Él.
Quería que ella lo amara tanto como Él la amaba a ella.
Quería decirle que no volvería a dejarla sola porque siempre estaría a su lado.
Quería decirle, asegurarle...
PROMETERLE.
Que Él destrozaría con sus propias manos al maldito que la había deshonrado.
Y que la había exhibido como si ella fuera una cualquiera.
Al final, Ryan solo puso su mano en el pequeño hombro de la niña y sonrió.
Esa sonrisa derritió el corazón de Emily.
En esos pasados días nadie había sido amable con ella.
La hermosa niña ya no recordaba cuando había desayunado en calma.
Su madrastra, hermanastra e incluso algunas malvadas chicas cuando la reconocían le gritaban que era una puta.
Que ella era una cualquiera barata por haberse acostado con el prometido de su hermana.
Su madrastra Lily le recordaba todo el tiempo que ella era una mala hija.
Una malagradecida con la familia Mu.
Su hermanastra Flora le gritaban que ella era una deshonra.
Que Emily era una basura para la familia Mu.
En los juzgados Ryan se enteró de la real situación de David Mu, el padre de Emily.
Gracias a sus influencias y habilidad legal Ryan pudo conseguir un trato que libraba al padre de Emily de ir a la carcel.
Emily brincó de alegría cuando escuchó el resultado que Ryan había conseguido!
Una vez más, Emily lo abrazó con fuerza, pues en verdad estaba muy agradecida con su amigo.
Ryan no cabía de la emoción y el gusto al sentir el hermoso abrazo que Emily le prodigaba.
Por la tarde, Ryan la invitó a comer en un restaurante de comida rápida.
Platicando de todo, Ryan de enteró del maltrato que ejercían sobre ella Lily, su madrastra y Flora, su hermanastra.
Debido a esto Emily no de quedaba a dormir en el pequeño departamento propiedad de su madrastra.
"No puedes seguir durmiendo y duchandote en el hospital Emily."
"Tengo un conocido que está alquilando un pequeño departamento en el cual tu podrías quedarte."
"Tiene la ventaja de que está amueblado."
Ryan hablaba con Emily al mismo tiempo que tecleaba de prisa en su celular.
"Te gustaría que fuéramos a verlo esta misma tarde?"
Ryan la cuestionó.
"Después podríamos ir juntos a visitar a tu padre para decirle las buenas nuevas."
Ryan pidio la cuenta para que ambos pudieran irse.
"Ryan pero..."
" Recuerdas que no tengo empleo ahora?"
"No soy capaz de pagar la renta o el depósito en este instante."
Ryan recibió el mensaje que esperaba.
Él miró con una sonrisa ligera a Emily en los labios.
"Mi amigo dice que necesita una persona para cuidarlo pues lo venderá."
"Te agrada esa propuesta Emily?"
Ryan se levantó extendiendo su mano hacia ella.
Emily aceptó tanto su mano como su propuesta de alojamiento.
El departamento ers pequeño, pero limpió y espacioso para Emily.
Tenía solo una habitación, una pequeña cocina que colindaba con la pequeña sala.
Tenía una ducha y era acogedor en verdad.
Emily no cabía en ella misma de felicidad!
Parecía que los luminosos rayos de esperanza por fin la iluminaban a a través de las nubes negras que la habían cubierto por completo.
Y todo gracias a su amable Ryan Niam.
Ya instalada en su nuevo departamento, los dos se dirigieron a visitar al padre de Emily en el hospital.
David conocía bien a los padres de Ryan.
Y se alegró cuando le dijeron juntos que de había revocado la orden para encarcelarlo en cuanto se saliera del hospital.
Desafortunadamente el tiempo de visita terminó y ambos jóvenes de retiraron para que el señor Mu pudiera descansar.
De regreso en su nuevo departamento, Emily se encargó de enviar varios currículums a diversas pequeñas y medianas empresas.
Afortunadamente una de ellas la contrató como recepcionista.
Por lo que ella comenzó a trabajar al día siguiente.
Ryan se alegró mucho cuando escuchó que ella ya tenía trabajo nuevamente.
Por las mañanas Ryan la llevaba en su auto hasta su empresa.
Y cuando Emily terminaba su turno, Ryan ya la estaban esperando en la puerta para recogerla.
Tal como si ya fueran novios.
Incluso cenaban juntos todos los días.
Claro está que Ryan nunca la dejó pagar por nada emily.
"Emily!"
"Que tal tu día hoy?"
Ryan cuestionó a su amada chica cuando por fin salió por la puerta giratoria de cristal.
"Fue aburrido y atareado!"
"Y el tuyo que tal Ryan?"
Emily preguntó con una sonrisa de lado.
Emily sentía tan cómoda y relajada con Ryan a su lado.
Él era un verdadero caballero y de verdad ella apreciaba su bondad.
Ryan aprovechaba al máximo el tiempo que pasaba con Emily.
"Es un buen día porque ya estoy a tu lado Emily."
La chica se sonrojo al escuchar su comentario.
"Vamos, está noche quiero invitarte al cine después de la cena!"
Ryan tomó la mano pequeña de Emily para conducirla al interior de su auto.
"Pero Ryan, al menos permíteme pagar las palomitas!"
Ryan encendió su auto de lujo para que juntos llegarán al restaurante.
Ryan ordenó una deliciosa cena que compartió con Emily.
Juntos reían y charlaban despreocupadamente.
"De terror no Ryan!"
"No podré dormir esta noche debido al miedo!"
Emily exclamo temerosa.
"Entonces elige tu la película Emily."
Ryan espero pacientemente a que la bella niña eligiera una película de amor.
Ryan de alegró porque amor era justo lo que sentía por ella.
Y ese amor cada día se hacía más fuerte desde que había regresado por ella.
Y se nutria día a día por la convivencia.
Había algunas parejas en el cine usando ellos entraron.
Eligieron sus asientos justo antes de que la sala se oscureciera por completo.
Con Emily a su lado, Ryan no observó nada de la película.
Solo la miraba a ella que reía.
"Seré paciente Emily."
"Puedo esperar a que con el tiempo te enamores de mi tanto como yo estoy enamorado de ti."
Ryan albergaba está esperanza dentro de su corazón.
Ryan pudo abrazarla en el cine sin que Emily se sintiera incómoda.
La función llegó a su terminó y ambos salieron platicando acerca de ella.
O más bien dicho, Emily le contaba que tal le había parecido la película, pues Ryan, en verdad no la había visto para nada.
Solo le interesaba Emily.
Al llegar a la puerta de su departamento, la joven me agradeció.
"Ryan, muchas gracias por todo lo que haz hecho por mi."
"Este día fue muy especial para mí."
Ella se acercó para darle un beso en la mejilla antes de que entrara en su departamento.
Ryan espero hasta que ella cerró la puerta.
"En verdad que fue memorable Emily..."
"Tanto como tú beso, que ahora es mío."
"Y espero que pronto yo pueda besarte..."
"Pero en los labios mi amada Emily."
Ryan se retiro con todo esto en mente.
Sintiéndose magnífico, Ryan enciendo su auto para dirigirse a su departamento.
Todo el camino canto alegremente melodías de amor que dedicaba exclusivamente a Emily.
Su amada Emily.
***By Liliana Situ***