El empresario extranjero Gibrand leía el periódico cuando una noticia le llamó la atención. El apellido y la foto de la mujer que aparecía hizo que se levantara de golpe de su asiento. Se apresuró a tomar las llaves del auto y salió al aeropuerto lo más rápido que pudo. En su departamento, la señora Lily Mu de desmaquillaba sentada en un banco de madera frente a un pequeño espejo. Llevaba puesto una pijama de segundamano, pues el dinero no le alcanzaba para comprar sus finas pijamas a las que ella había estado tan acostumbrada en el pasado. La señora Lily Mu suspiró desilusionada debido a que su vida, su estilo de vida se había ido al carajo. Y de forma escandalosa y humillante. La arrogante señora Lily Mu tuvo que conseguir un trabajo en una boutique de ropa. Por lo que, después