Le toma a Carolina solo un par de segundos decidirse. La chica enlaza sus piernas alrededor del cuerpo de Paul para atraerlo a ella y besarlo con pasión desenfrenada. Las lenguas de ambos danzan dentro de sus bocas. Las respiraciones se comparten entre ambos, cálidas, entrecortadas, agitadas, apresuradas... Carolina agarra con fuerza la cara de Paul con ambas manos mientras sus labios se devoran con hambre desmedida. Un ligero sabor a sangre inunda las bocas de los dos debido a lo intensos que son los besos, pero eso solo los hace más desesperados y necesarios. Paul siente como su m*****o reacciona al instante con ella. Sin que Carolina lo toque, su m*****o está más firme, caliente y duro que nunca antes! Todos los sentidos de Paul están puestos en Carolina. Las grandes manos de é