CAPÍTULO VII SALGO PARA BRÍSTOL PASÓ mucho más tiempo del que el Caballero Trelawney se imaginó al principio, antes de que estuviésemos listos para hacernos á la mar, y ninguno de nuestros planes primitivos pudo llevarse á ejecución, ni aun el de que el Doctor Livesey me tuviese siempre consigo. El Doctor tuvo que marchar á Londres para buscar un médico que se hiciera cargo de su clientela; el Caballero se fué á Brístol en donde puso, con todo su ardor, manos á la obra en los preparativos de la expedición, y en cuanto á mí me quedé instalado en la Universidad, á cargo de Redruth el montero ó guarda-caza, casi en calidad de prisionero, pero lleno de ensueños marítimos y de las más atractivas anticipaciones imaginarias de islas extrañas y aventuras novelescas. Me deleitaba reproduciéndome