Al día siguiente Cuando Luna despertó, lo hizo primero que Elio. Él estaba recostado en la cama. Lucía como un perfecto inocente. Ella sonrió al verlo. Recordó sus palabras. Tuvo miedo, ¿Y si la olvidaba? Eso le daba temor. Se levantó y fue a darse un baño. *** Mayte estaba frente a su madrina. —Prefiero irme, madrina. Esto ha sido solo mi culpa y de nadie más. —Claro que no, si hay un culpable es Marcos. Hija, debes quedarte, tienes tus propias ambiciones. —Tengo vergüenza, tía. Ella la abrazó. —Tonterías, eres una mujer fuerte y estoy tan orgullosa de ti. La mujer sonrió, pero no estaba segura. Más tarde, Marianela se encontró con Marcos. Él notaba su gesto severo. —Supongo que ha venido a decirme que no si no me caso con su ahijada me enviará lejos y no me dará dinero