Capítulo 7
Múdate conmigo
David
Fue una noche deliciosa y apasionada. Aún tengo fresco en mi memoria los maravillosos momentos que compartimos Sam y yo cuando hacíamos el amor. Realmente me sorprendió lo receptiva que ella fue a mi toque. No podía estar satisfecho de su cuerpo, de sus caricias, de sus deliciosos gemidos, así que durante la mayor parte del tiempo estuve dentro de su cuerpo. Después de eso, caímos dormidos, sin saber qué hora era. Cuando abrí los ojos, de pronto no supe dónde me encontraba. Poco a poco los recuerdos de lo que hicimos horas antes hicieron que se formara una gran sonrisa en mi rostro.
Me levanté de la cama cuando llegó hasta mí el aroma del café recién preparado. ¡Carajo, sí que lo necesito! Fui directo a su ducha, y mientras me refrescaba bajo el
