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Lo sabía estaba jodido, desde que miro ese ajustado vestido. Uno que ajustaba su pequeña cadera sobresaltando su pequeña cintura, no tenía sostén. Eso lo estaba jodiendo, su terrón, su princesa lo estaba castigando.
Y tenía que soportar esos celos al ver a sus amigos junto a ella, ese tal Ross le estaba cayendo mal en ese momento. Quería arrancarle el brazo, nadie podía tocarla solo él.
Su parte sádica quería dominarlo, era mestizo al igual que su princesa. Pero él, él se controlaba.
Al demonio todo.
Intento acercarse y rápidamente Zoe puso su mirada en él negando, había dejado de sonreír y se puso seria.
Con sus labios formó un "No" un frío y doloroso no para aquel lobo. Ambos giraron sus rostros serios, Zoe siguió con su plática y escuchando a sus amigos.
— No pued
