Sorprendida por lo que le dijo Charlotte, María le dice: — Mira mis fachas, no estoy lista para tomarme fotos. Charlotte se sonríe de la ingenuidad de María, y le dice: — No seas tontica, yo tengo todos los vestuarios del mundo en este lugar, así que ven conmigo para que te maquillen y escojas un vestido el cual quede en tu talla. En seguida, Charlotte lleva a María donde están los múltiples vestidos para la ocasión. Al ver tanto colorido y tanta abundancia, María le expresa a Charlotte: — Realmente no exagerabas al decir que tenías un gran vestuario. Amelia muy emocionada, le dice a María: — Señora, ¿qué vestido va a escoger? — No sé. De inmediato, Charlotte le dice a María: — Por esta ocasión vas a escoger todo, quiero que te sientas como en tu casa y despreocupada