El Playboy, la Zorra y la Nerd.

Capitulo 5

Cosmic Johnson

Veo que recibes todas mis cartas y regalos, ¿Te gustaron lo chocolates? Sé que son tus favoritos.

Hoy por primera vez me miraste, con asco pero me miraste. Sentí que el corazón se me rompía, pero note que miras así a muchas personas. Cuando me conozcas me miraras como miras a Eloy.

Con Cariño, M.U

—¿Lo miraste con Asco? ¿De qué manera miras a Eloy?— Pregunto Selin, luego de leer la carta

Luego de encontrar por primera vez la carta en mi casillero estas se volvieron constantes, para ser más específicos eh recibido tres y dos de ellos con chocolate de mi marca favorita.

—No lo sé, yo miro así a todo el mundo, pero a Eloy con menos desagrado— respondí viendo la caja de chocolates sobre mi cama

Quería comer al menos uno, pero si hago seria como aceptar su acoso.

—Solo sabemos que sus iniciales son M.U, debe de ser su nombre, pero no conozco a nadie con esas iniciales.

Suspire, esto es caso perdido, si Selin no conoce esas iniciales, o al menos la escritura quiere decir que es alguien nuevo.

—Dame mi celular de una maldita vez, llamare a la policía.

—Ya te dije que no. Faltan 5 días para San valentin, por lo tanto te pondrás eso pantanos fuera de moda e iras al árbol hueco, cuando llegues lo veras y tu sabrás si rechazarle o aceptar sus sentimientos, serás una mujer, Cosmic Johson.

Ella tiene razón, no puedo estar encerrada en el cuarto, y solo salir para dar clases, tengo que ponerme los jodidos pantalones e ir.

—Pero, y ¿si me secuestra?— Le pregunte haciendo un puchero, al parecer mi valentía se desvaneció mas rápido de lo que pensé

—Bien, Eloy y yo te acompañaremos, nos mantendremos a una distancia segura y si vemos que trata de llevarte a la fuerza vamos por ti

—¿Me lo prometes?

—Te lo prometo

(…)

—Ábrela tú

—Está bien

Eloy y yo estamos  en el laboratorio, abriendo una jodida rana, mientras que el abre la rana y mira sus entrañas, yo anotaba sus observaciones, ya que si veo eso vomito.

Lo digo por experiencia.

—Selin me conto que te acompañaremos a tu aventura.

—Es por si tratan de secuestrarme

—Cosa muy poco probable

—Eso dices ahora, de seguro me vieron cara de despistada. Debe estar riéndose de mí, de seguro cree que ya estoy organizando la boda, de seguro es un tipo de 30 años que se ve muy bien a su edad y se hace pasar por uno de 18, para así atraerme, y en menos de lo que crees, ya eh sido vendida a uno de los mafiosos más grande, o mis órganos ya estarán en el mercado n***o.

—Bien, menos CSI para ti. – Dijo Eloy riéndose

—Claro que no, ¿Cómo sabe mi chocolate favorito?

—Um, creo que te pudo haber escuchado decirlo. Ya sabes cuándo Selin tenía y mencionaste que son tus favoritos

—Uh— me acomode en mi lugar, algo nerviosa.

—No te preocupes, todo estará bien, ¿Selin ya sabe de quién son las iniciales?

—No, a este paso ya seré prostituta.

—Es pegajoso

Mire a Eloy, sin entender, ¿Es pegajoso que me convierta en una prostituta?

—La rana, sus órganos son pegajosos

—Claro, ya lo sabía

Baje la vista a mi libreta y anote.

—¿Te sabes tus diálogos? – le pregunte tratando de cambiar de tema

—La mayoría, aun se me hace difícil llorar.

—No te preocupes, sino lo logras usaremos eso de las lágrimas falsas.

—Eso me causa irritación, solo puedo tenerlo por 5 minutos

—¿Cómo sabes eso?

—Lo use anteriormente, una de mis novias se fue del país y buena ahí que fingir.

Apreté los labios, y golpee el lápiz con la mesa haciendo que sonara un ruido.

—¿Unas de tus novias?— Le pregunte, quería ver si se corregía o al menos hiciera algo para decir que las S fue sin querer.

—Si

Al menos miente, mujeriego sin lágrimas.

(…)

Entre en la habitación, al instante note a Selin junto a un chico pelinegro, genial. Se lo voy arruinar

—Hola— Salude

—Hola— el chico me devolvió el saludo, pero Selin me miraba como si quisiera ahorcarme

—¿Qué tal?, ¿Estudiaban?— Pregunte viendo los cuadernos cerrados a su lado

—Sí, ya me voy

El chico se paró y salió de la puerta

—¿Interrumpí algo?— le pregunte inocentemente

—Vete al diablo— Dijo entrando al baño y cerrando la puerta muy fuerte

—No te desquites con la puerta— le grite desde afuera