Arder entre tus brazos

Saludos!!!

Angela había despertado cuando escucho el ruido de la regadera, se vio en un lugar desconocido, sin comprender muy bien donde estaba, le dolía fuertemente la cabeza, su estómago estaba contraído , sin contar con que sus piernas estaban agotadas.

Poco a poco los recuerdos de la noche anterior se apoderaron de su cabeza, los besos, las caricias, había perdido su virginidad en los brazos de Andrew, lo recordaba todo, y en ese momento se sintió avergonzada por todo lo que había sucedido, ¿qué pensaría el sobre ella? No podía quedarse en ese lugar para ver el rostro de Andrew juzgarla por haber accedido a estar íntimamente con él, pues apenas lo conocía, solo sabia su nombre, en realidad no sabía mucho más sobre él.

Charlaron, rieron, bebieron, hicieron el amor, pero no tenía idea de quien era realmente él.

Se apresuró a ponerse su ropa y tomo su cartera, salió a toda prisa mientras veía a una mujer sonreírle amablemente, Angela se disculpó y salió a toda prisa, pidió un auto de plataforma y espero al otro lado de la calle bajo la sombra de un hermoso árbol, el sol parecía mucho más fuerte de lo normal, supuso que era por la cantidad de alcohol que había bebido la noche anterior.

Se preguntaba como había perdido el control de esa manera, jamás lo hacía, pero recordaba claramente como había accedido a estar con Andrew íntimamente, quizá eran sus sentimientos que estaban algo confusos, pero recordar todo lo que había sucedido la hacía sentir en su interior, en su feminidad unas palpitaciones, sentía que su cuerpo se calentaba de manera que jamás había sucedido.

El auto estaba cerca, pero en ese momento escucho el portón de la casa de Andrew abrirse, ella se ocultó tras el grueso árbol para no tener que verle, iba solo con sus pantalones no tenía la camisa puesta, grito su nombre, pero Angela no deseaba verle, se sentía avergonzada por lo que había hecho la noche anterior, no deseaba verle, no por ahora, quizá nunca más...

Cuando lo vio entrar de nuevo parecía triste, ella se sintió mal, pero no estaba lista para verle o confrontarlo, no era el momento.

El auto de plataforma llego justo a tiempo y ella fue a casa, hoy tenía que trabajar, así que se preparó, recordó todas las prendas que había comprado junto a Andrew, pero se quedaron en su auto, así que tomo un hermoso conjunto color Blanco con detalles en color oro finos y elegantes, ella se veía preciosa, aun que su cabeza la estaba matando.

Su hermosa cabellera larga se veía impresionante, un maquillaje que resaltaba aún sus preciosos ojos claros, ella era hermosa, pero estaba algo nerviosa, el día anterior había sido bastante complicado, no sabía como manejaría el tener que ver a Graham después de lo sucedido, lo único que sabía en aquel momento era que no dejaría que la viese derrotada, mucho menos renunciaría para hacerlos sentir victoriosos, si algo sabia era que no permitiría que absolutamente nadie la viese derrotada.

Cuando llego a la empresa ya Simoneta la esperaba, ella no sabía sobre lo que había sucedido, así que Angy le contaría todo, pero no era el momento.

— Te llamé anoche, estaba en tu apartamento, ¿dónde estabas?

Angela solo le invento algo, sabía que tendría que contarle la verdad, pero no en ese lugar.

— Si, me quede con un familiar, tenía algo que hacer, lo siento, mi móvil no estuvo conmigo.

Simoneta le resto importancia, estaba emocionada porque un lindo y perfecto chico la había invitado a salir, estaba tan emocionada que fue a buscar a Angela a su apartamento, pero al no encontrarla regreso a casa.

— Por Dios, es perfecto Angy, un caballero, dulce, gentil, amable, no te imaginas, encontré oro sin buscarlo.

Angy sonreía al escucharla, pues siempre encontraba chicos así, esperaba de corazón que esta vez encontrara a uno de los buenos, pues no le gustaba verla sufrir.

— Me alegra mucho por ti, pero por favor, esta vez lleva las cosas con calma, me duele mucho verte sufrir cuando descubres que en ocasiones no son como parecen las cosas.

Angela se quedó pensativa, ¿cómo podía intentar aconsejar a su amiga? Si ella misma tenía un completo caos en su vida personal, su prometo la engaño con su asistente, trabajan en la misma compañía, termino liándose con un tipo al que apenas conocía, así que quizá no era la mejor en ese momento para dar un consejo a su querida Simy.

— Lo sé, y te prometo que no lo haré, esta vez seguiré tu consejo, amiga, bueno, debo irme, ya vamos tarde.

Ambas fueron a sus lugares, cuando Angela llego a su lugar su jefe la vio confundido, pues había recibido una carta de renuncia de firmada por Angela.

— ¿Angela? Estaba a punto de llamarte, vi tu carta de renuncia, ¿todo está bien?

Pero Angela confundida no comprendió lo que sucedía, ¿carta de renuncia?

Pero enseguida pensó en Graham, quizá creyó que ella no regresaría, y para evitar preguntas o problemas envió una carta disculpándola.

— Ah, si eso, bueno, creo que no era yo misma cuando la envié, pero le aseguro que no me iré aún, amo mi trabajo.

El hombre aliviado respiro profundamente, más tranquilo le dijo que desaparecería ese formato, ella era muy importante en su departamento, sin ella se complicaría mucho el trabajo, pues Angela siempre iba más allá de sus labores, era una chica muy inteligente y capaz de realizar cualquier cosa.

— Bien, a trabajar mi querida Angela, y por favor no vuelvas a renunciar así, eres muy importante y lo sabes.

Angela asintió y agradeció a su jefe, comprendió que Graham solo deseaba desaparecería del camino, pero ella no se iría así como así.

Ella tomó su lugar y comenzó a trabajar, no dejaba de pensar en él, en Andrew y la noche anterior, su cuerpo fue de el, la hizo suya, jamás imagino que la intimidad provocaba todo ese cúmulo de sensaciones y emociones, él era tan apuesto, tan firme y perfecto que la hacía tragar con dificultad al recordarlo.

— Buenos días, ¿la señorita Angela?

Angela levanto la mirada y se cruzó con un tipo castaño de ojos color miel que la observo con una sonrisa amable.

— Sí, soy yo.

El tipo se presentó y Angela sorprendida se puso de pie para llevarlo lejos de sus compañeros.

— Solo vine a entregarle esto, y las cosas que compro el día de ayer con el señor Bianco, estaba muy interesado en venir personalmente, pero su padre requería de su asistencia así que me envió a mí.

Esteban le entrego una nota a Angela, quien guió al chico hacia los estacionamientos para tomar sus cosas.

Gentilmente Esteban coloco cada uno de los paquetes en el maletero del auto de Angela.

Cuando termino se despidió de la chica sin perder la oportunidad de recordarle sobre la nota.

— No deje de leer la nota, Andrew parecía interesado en verle, saber si estaba bien.

Angela asintió y agradeció por todo a Esteban.

Angela vio en la nota el número de teléfono de Andrew, y unas palabras que le hicieron sonreír.

— Por favor agrega mi número, necesitamos hablar hermosa, gracias por la noche maravillosa....

No podía evitar recordar todo lo que había sucedido, pero no sabía si era buena idea hablar con él, dudo una y otra vez, pero al final agrego a sus contactos.

Envió un texto simple para que Andrew tuviese su número.

— Gracias por enviar mis cosas, guarde tu contacto saludos.

No sabía que más decirle, así que prefirió decir poco.

En ese momento no recibió respuesta, aun que eso le hizo sentir triste, pensó que era lo mejor, mantenerse alejada de Andrew, no tenía quizá el valor de verle, su cabeza era un lio que tenía que resolver antes...