LA MUERTE DE DRAC

CAPÍTULO 1

En el Hotel Transylvania la vida transcurría tranquila, pero surgiría un acontecimiento que haría temblar el amor inquebrantable de padre e hija.

Como todos sabemos Drac tenía prohibido la salida del Hotel a Mavis, ella de 117 años, ya era una adolescente ávida de conocimiento, quería conocer el mundo exterior, siempre se asomaba a la ventana a mirar hacia el horizonte, curiosa, ya había salido en secreto pero solo hasta el cementerio, siempre con miedo de que Drac la descubra y la castigue.

Pero una noche estaba en el techo del hotel sentada mirando a las montañas y vio algo que se movía entre los árboles, sintió curiosidad, afino la mirada pero no conseguía ver de que o quién se trataba, pensó avisar a su padre, pero se dijo «No, yo quiero saber», entonces se transformó en murciélago y descendió al suelo, volvió a ser Mavis y camino hacia el bosque oscuro.

—¡Me pareció que andaba por aquí !, no se ven huellas, ¿qué es eso? Disposición dubitativa de algo que resplandecía como la luz de la luna

Recogió lo que brillaba y eran unos espejuelos de buena calidad, los reviso, los guardo y escucho un ruido, se agazapó atrás de un árbol y vio a un hombre anciano regordete de cabellos rubios que estaba mirando hacia abajo como si buscara algo, se imagino de inmediato que eran los espejuelos, pero decidió esperar un poco más y vio que detrás de ese hombre salio un bello jovencito alto, guapo de cabello rubio y ojos verdes y escucho

—Abuelito, no los encuentro, ¿estás seguro que se te cayeron por aquí?

—Sí, es que ví un murciélago, pensé que era Él, me escondí y ahí se me cayeron

El anciano se alejó mucho del chico y Mavis observo que se acercaba donde estaba escondida ella y no tomo en cuenta los consejos de su padre «jamás te acerques a extraños, es peligroso», no, ella estaba embelesada con el chico guapo de ojos verdes y se decidió a presentarse, salio de repente de su escondite y el chico dio un salto atrás del susto

—Hola, ¿buscas esto? informando los espejuelos

El chico se repuso del susto y la miro, era hermosa, tenía unos lindos ojos

—Hola, soy Adam y ¿tú cómo te llamas?

—Mavis, encontré estos espejuelos tirados por allí

—¡Son de mi abuelo !, los buscamos desde hace rato, gracias

El anciano al ver a su nieto conversando con una chica se acercó diciendo

—Buenas noches, ¿qué hace una jovencita sola por lares ?, ¡es peligroso!

—Buenas noches soy Mavis, ¡no tengo miedo !, mi papá me ha enseñado a defenderme

—¿Su papá ?, pero ¡por aquí no he visto casas!

Mi papá es dueño del Hotel Transylvania que esta por allá, pero está lejos por los humanos, quiere protegerme de ellos

—¡No sabía que por acá había un Hotel! Y ¿quién es su papá?

—El conde Dracula —soltó Mavis

El anciano y Adam se miraron asombrados y pregunto el mayor

—¿El conde Dracula ?, ¿Él es su papá?

—SI soy Mavis Dracula, y ¿por qué el asombro?

—¡Oh por nada !, es que estoy de visita en este país y no sabía nada de un Hotel o de su papá

—¡Con razón !, bien debo irme se impacienta si no me ve en mucho tiempo, adiós

Adam la paro diciendo

—Espera Mavis, eh, ¿podemos vernos mañana ?, ¡aquí mismo!

—Si, a esta misma hora, ¡adiós Adam!

—¡Hasta mañana Mavis! —Expreso mirándola hasta que se perdió en la espesura del bosque

El anciano espero que este muy lejos la chica y miro a su nieto risueño y se carcajeo

—Adam, te das cuenta, ¡que suerte !, tantos años buscándolo y su propia hija me lo va a entregar en bandeja de plata, jajajajaja

Adam lo observaba, se había enamorado de Mavis y no le gusto nada la alegría de su abuelo, pero prefirió callar y su abuelo dijo

—Conde Dracula, jajaja, ¡ te encontré! Después de tantos años de búsqueda y tu hija es el cebo que necesito, serás mío cueste lo que me cueste, no por gusto soy Abraham Van Helsing, jajajaja