Punto de vista de Emma Arrastré mis piernas por el pasillo mientras los estudiantes me lanzaban miradas asesinas y susurraban sin parar sobre mí. Me dije a mí misma que simplemente los ignorara y actuaría como si nada hubiera pasado, pero en el fondo, cada palabra que decían sentía como si estuviera partiéndome el corazón en dos. Mis ojos estaban borrosos por las lágrimas que nublaban mi visión. Estaba caminando cuando de repente alguien chocó contra mí. Tambaleé y caí al suelo, todos mis libros se esparcieron en un gran desorden. El café que él llevaba en la mano se derramó sobre mi camisa. —Ten cuidado, cerda —escupió el estudiante que chocó contra mí. —Qué perdedora —dijo su amigo y pisoteó mis libros. Todos se rieron en voz alta. Me levanté del suelo en medio de sus risas y comencé