Melissa decidió ir con Fabián para la casa donde la madre de ella, lo recibió con mucha amabilidad. Decidieron sentarse a comer sushi y hablar de las aventuras que había vivido Fabián a lo largo de su vida desde que decidió irse del país, además de lo sucedido en la vida de Melissa. Al rato, llegó Angélica con Juan a la casa de Melissa donde se llevaron la sorpresa al ver a Fabián. Habían crecido juntos Angélica, Fabián y Melissa considerándose hermanos de sangre así fueran de diferentes madres. — ¡Fabián! Qué alegría volver a verte — Dijo Angélica mientras le daba un abrazo de oso. — Mi pequeña Ángel, que falta me hacías — Correspondió Fabián. — Aja — Dijo en medio de tos fingida Juan sin entender qué sucedía. —Tranquilo celoso, él es como nuestro hermano menor — Intervino Melis